martes, 23 de enero de 2007

Asesina

I

De las batallas entre Roma y Cartago
no hubo tanta muerte y destrucción
como la que Tú desatas al ignorarme,
es posible que el vuelo de un pájaro
llene de esperanza y convicción
a mi corazón pobre, desecho pero amante.


Es posible que en el espejismo del amor
que a la vez invisible me desgarra
lentamente y sin piedad toda el alma,
haya yo perdido mi razón y mi calor
y dormido tanto tiempo como cigarra
que ahora mi odio ya no cabe ni en mi palma.


II


Aún no sé si las noches como ésta
o Tú con tu dulzura sutileza
ha destruido el palacio en mi cabeza.


El mismo palacio donde mi corazón
poco a poco ha sido desnutrido
y pedazo a pedazo destruido.


III


Eras Tú!! Mi princesa amada!
eras Tú la asesina de mi almohada,
la que robó y mató noches enteras,
y Tú una limpia conciencia quisieras?


Pues ese deseo queda impune,
lo que solo mis cejas y ojos une
en un solo rostro de tristeza
en ti no hay mas que vileza.

2 comentarios:

  1. ¡vaya!, he descubierto un gran blog, desde ahora andaré por aqui para ver que de nuevo hay.

    Felidades, tenés un buen blog y talento para escribir.

    Saludos :)

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  2. Gracias... no me queda mas que agradecer un buen juicio

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