I
De las batallas entre Roma y Cartago
no hubo tanta muerte y destrucción
como la que Tú desatas al ignorarme,
es posible que el vuelo de un pájaro
llene de esperanza y convicción
a mi corazón pobre, desecho pero amante.
Es posible que en el espejismo del amor
que a la vez invisible me desgarra
lentamente y sin piedad toda el alma,
haya yo perdido mi razón y mi calor
y dormido tanto tiempo como cigarra
que ahora mi odio ya no cabe ni en mi palma.
II
Aún no sé si las noches como ésta
o Tú con tu dulzura sutileza
ha destruido el palacio en mi cabeza.
El mismo palacio donde mi corazón
poco a poco ha sido desnutrido
y pedazo a pedazo destruido.
III
Eras Tú!! Mi princesa amada!
eras Tú la asesina de mi almohada,
la que robó y mató noches enteras,
y Tú una limpia conciencia quisieras?
Pues ese deseo queda impune,
lo que solo mis cejas y ojos une
en un solo rostro de tristeza
en ti no hay mas que vileza.
¡vaya!, he descubierto un gran blog, desde ahora andaré por aqui para ver que de nuevo hay.
ResponderEliminarFelidades, tenés un buen blog y talento para escribir.
Saludos :)
Gracias... no me queda mas que agradecer un buen juicio
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